La convocatoria fue ampliamente acogida por aquellas personas que, si bien no contaban con un marco regulatorio para su actividad —en contraposición a las regulaciones que sí poseen ingenieros y técnicos—, ocupan un lugar clave en la cadena de valor pues son los que están en contacto directo con los usuarios finales, por lo que el éxito en la provisión del sistema depende de la calidad de su trabajo. Por este motivo, al finalizar el dictado de las clases se les otorgará una certificación de alcance nacional y un número de registro en el COPITEC.

Entre los objetivos que busca alcanzar este nuevo emprendimiento, se destaca asimismo el perfeccionamiento de los recursos humanos vinculados a la Seguridad Electrónica, como así también el hecho de certificar su tarea y otorgar un mayor reconocimiento a la especialización. Es por ese motivo que se ha trazado un plan de estudios que consta de los siguientes módulos de aprendizaje: Nociones generales de electrotecnia y electrónica, Detección de intrusión, Control de accesos, Detección de incendios, Circuitos cerrados de televisión y Nociones de integración de sistemas.

Al respecto, el Lic. Daniel Banda, secretario de CASEL, destacó que las expectativas del curso son muy grandes, teniendo en cuenta los antecedentes de los anteriormente organizados por CASEL-USAL en 2004, 2005 y 2006 que generaron una gran camada de personas con muy buen conocimiento del rubro. El proyecto actual se desarrolla con similar temática  y comprende 70 horas cátedra de contenidos puramente técnicos, a diferencia de los precedentemente mencionados, en los cuales también se abordaron cuestiones de orden jurídico, de responsabilidad, etcétera.

En este sentido, explicó: “Otro aspecto que reviste mucho interés es la alianza con el COPITEC, que en su carácter de consejo profesional va a extender, a los aprobados en los exámenes por materia, una registración en su base de datos accesibles a través del sitio web, lo cual les otorgará un reconocimiento frente a sus clientes y frente a su potencial competencia”.

En cuanto al público al cual va dirigido el curso, Banda aclaró que, si bien está destinado principalmente a gente que viva en C.A.B.A y Gran Buenos Aires, por la dificultad de la prolongada estadía de quienes residen en zonas alejadas también se filman todas las actividades y ya está contratado el desarrollo de toda la temática en versión e-learning para el primer y el segundo semestre del año próximo, gracias a la cual podrán cursar quienes habiten en el interior del país y también en el exterior, aunque para estos últimos la registración de COPITEC no tendría validez.

Por su parte, Ricardo Márquez —uno de los destacados docentes del nuevo programa—, comentó que hubo más de 100 inscriptos, lo cual representa una convocatoria multitudinaria en este rubro. Incluso hubo gente que deberá esperar a una próxima oportunidad dado que se ha superado el cupo al haber más de 20 personas que excedían la capacidad del lugar. Y agregó: “Si bien nosotros trabajamos en capacitación hace bastante, con exposiciones y cursos que dictábamos con la Universidad del Salvador, el actual proyecto representa dar un paso más allá porque ofrece una certificación como Idóneo de Seguridad Electrónica. La motivación radica en que muchos de los instaladores, que son clientes de nuestras empresas y trabajan en Seguridad Electrónica, no son técnicos o ingenieros pero sí conocen el oficio y, en ese sentido, el curso representa una comprobación de lo que ellos saben”.

La opinión de los idóneos: Diego Pereyra, alumno.

—¿Cuáles son sus expectativas con respecto al curso?
—Principalmente me interesan las innovaciones, y además mejorar mi capacitación.
—¿Cuál es su rol dentro de la empresa?
—Trabajo en el servicio técnico del agua; también realizo algunas instalaciones que no pueden efectuar quienes están tercerizados porque no cumplen con ciertos requisitos.
—¿Su cargo?
—Instalador, posiblemente supervisor en algún momento.