Experiencias… en primera persona
Hace unos años tuve la posibilidad de liderar la instalación de un sistema de Detección de Incendios en un edificio importante. El sistema fue diseñado por la Superintendencia de Bomberos, y la instalación, en principio, no debía presentar demasiadas complicaciones…
Juan Fanjul, Director , ejecutivo de VLX Electrónica
Para ese entonces la obra se promocionaba de la siguiente manera: “Este moderno edificio inteligente fue pensado en base a tres ejes: preservar y difundir la cultura y compartirla socialmente con todo el país, repensar el futuro en términos de medio ambiente e incorporar las nuevas tecnologías”.
Si bien no estaba vigente aún la disposición 415 ni sus anexos (disposición que certifica y fiscaliza y supervisa el mantenimiento de las instalaciones fijas contra incendio), todo el sistema de Incendios se realizó con cable normalizado, cañerías reglamentarias y detectores direccionables, que se conectaban al panel de incendio formando un lazo cerrado, con sus correspondientes bases aisladoras y configuraciones acorde a las especificaciones del fabricante.
En todos los pisos se colocaron avisadores manuales y sirenas estroboscópicas (también direccionables) conectadas al lazo de incendio. Además se instaló un sistema de videovigilancia que permitía tener un control distribuido de los sectores del edificio desde todos los puestos de guardia.
Hasta acá, si bien no era una obra muy grande (no eran más de 150 detectores y 30 cámaras) parecía estar bien encaminada... salvo por algunos detalles.
Durante el desarrollo de instalación nos encontramos, entre otras cosas, con los siguientes inconvenientes:
Al realizar el replanteo, las cañerías no coincidían con lo que estaba documentado en el plano. Al ser mayor su recorrido resultó necesario ampliar el pedido de cable, con el consiguiente sobrecosto y extensión en el plazo de la obra ya que no fue provisto de manera inmediata.
Los tendidos que bajaban por las montantes no tenían canalizaciones.
Dado que en el momento de la instalación (y como suele suceder en la mayoría de los casos) era prioritario avanzar con el cableado para poder “hacer funcionar el sistema cuanto antes”, hubo que realizar ese tramo sin cañería.
Semanas después se realizó la canalización correspondiente y hubo que recablear ese tramo, lo que se tradujo en un trabajo duplicado.
Se agregaron pulsadores durante la ejecución de la obra, que no estaban previstos en el diseño original. Esto obligó a hacer un rediseño del sistema en el transcurso de la instalación. Es sumamente conveniente tratar de evitar este tipo de situaciones -el famoso “ya que estás”-, ya que, si bien en ese caso en particular se pudo soslayar la situación, muchas veces esas modificaciones pueden tener un impacto considerable en el desarrollo del proyecto.
En uno de los pisos, se instaló un ducto de ventilación por debajo de las bocas destinadas a los sensores de humo. Hubo que solicitar al contratista que modificara el recorrido de los ductos, acción que pudo ser realizada solamente en un sector, lo que significó además modificar el recorrido de la cañería y reubicar sensores.
Como consecuencia de estos tipos de atraso sobre el final de la obra ya no se exigían los mismos estándares de calidad que al comienzo, lo que dio como resultado que aparecieran fallas relacionadas con esta etapa (la mayoría de los sensores que dieron error durante la puesta en marcha fueron los últimos que se habían instalado).
Todos estos imprevistos sumados a detalles menores generaron que el plazo de obra se duplicara en relación a lo que estaba previsto.
Existen infinidad de casos en los que suceden situaciones similares, lo que conlleva a tener que corregir en el lugar cosas que deberían estar previstas, rehacer planos, modificar costos y perder credibilidad con el cliente.
Hoy en día la tecnología nos ofrece sistemas de video que nos permiten detectar principios de incendio a un costo sumamente accesible, con niveles de integración que exceden ampliamente los que existían diez años atrás.
Sin embargo, sigue resultando necesario disponer de profesionales adecuados para realizar una buena instalación, supervisión y seguimiento de cada etapa constructiva para garantizar el éxito del proyecto.
Juan Fanjul, Director , ejecutivo de VLX Electrónica, info@vlxelectronica.com.ar