El desafío de la seguridad en eventos masivos
La seguridad en eventos deportivos, culturales o sociales implica un reto adicional para quienes son responsables del tema en la ciudad de Buenos Aires. Sobre esta cuestión disertó Valeria Sikorski, directora general de Coordinación Operativa de Seguridad del gobierno porteño, durante las Jornadas de Seguridad Integral organizadas por la Cámara Argentina de Seguridad Electrónica (CASEL), en el marco de Intersec Buenos Aires 2018, la Exposición Internacional de Seguridad, Protección contra Incendios, Seguridad Electrónica, Industrial y Protección Personal.
Por Alicia Giorgetti
Casi diariamente, en la ciudad de Buenos Aires hay eventos que convocan a miles de personas. Los principales son recitales de música, partidos deportivos y manifestaciones sociales y políticas. “Hay planes específicos para estos casos, basados en una fuerte inversión en tecnología para control de accesos, egresos y alrededores. La tecnología complementa la acción del personal policial“, dice Valeria Sikorski, directora general de Coordinación Operativa de Seguridad del gobierno porteño.
Uno de los programas implementados se llama Tribuna Segura y se utiliza especialmente para partidos de fútbol. “Se basa en el uso de smartphones que tienen un escáner de DNI que en tiempo real identifica a quienes tienen pedido de captura o alguna restricción administrativa de ingreso al estadio. El DNI se contrasta con información nacional de pedidos de captura y, además, los clubes deportivos aportan los datos de las restricciones administrativas. De la misma forma, a través de la patente, se identifican vehículos con pedido de secuestro. Es operado por cadetes de la Policía de la Ciudad o por agentes de prevención -que son civiles integrados al sistema de seguridad pública- con apoyo policial inmediato en caso de que se detecte a alguien con pedido de captura y haya que detenerlo. Al principio hubo cierta resistencia del público a asistir con DNI a los estadios pero hoy se observa que todos se acercan con el DNI en mano al puesto de Tribuna Segura. Lo sorprendente es que haya personas con pedido de captura que también se presenten, ya que en 2017 se evitó el ingreso de 270 personas a los estadios, y hasta finales de agosto de 2018 se detectaron 300 personas con prohibición para ingresar. Es decir, esta es una ayuda grande también para la Justicia“, cuenta la funcionaria.
Además, este año se implementaron las cámaras de detección facial, que sirven para reconocer en tiempo real a personas inhabilitadas para ingresar a un estadio. “Son útiles como primer filtro, previo a que los asistentes lleguen al puesto de Tribuna Segura. Se usa la base de datos del Registro Nacional de Personas Violentas. Además, hay un convenio con Chile para compartir datos. Cuantas más bases de datos se puedan tener incorporadas, mejor. Se está probando y, hasta ahora, funcionó muy bien”, asegura Sikorski. Y agrega se está incorporando “una nueva tecnología: cámaras de video, un poco más grandes que las de un teléfono, que se usan en las recorridas con motos. Estos dispositivos filman y son útiles tanto para prevención como para obtener una preconstitución de prueba judicial. Por ejemplo si se observa un sitio en el que alguien trata de cobrarle a otra persona por estacionar su vehículo en vía pública - los llamados ‘trapitos’-, cuando la brigada acude ya se tiene la prueba”.
Dispositivo estrella
El Sistema Aerostático de Vigilancia es la tecnología más novedosa aplicada a la seguridad de la ciudad de Buenos Aires. De origen israelí, este globo aerostático tiene cámaras de visión diurna y nocturna, transmisión de video en tiempo real y un generador propio de energía. Ofrece un ángulo de visión de 360°, identifica con láser y sigue objetivos a más de 2 kilómetros de distancia, y permite reconocer objetos hasta a 4 kilómetros. “Se usa en los alrededores de los estadios, para detectar cuidacoches, venta ilegal y otros delitos. Ya hicimos seguimientos de bandas dedicadas a actividades de reventa de entradas, a las que se puede seguir con el láser, observar su operatoria e interceptar con brigadas. Y las imágenes fueron aportadas a la justicia. Esto genera un muy buen trabajo en equipo entre la policía, el ministerio de Justicia y Seguridad de la ciudad Buenos Aires, y la Justicia ya que muchas veces tenemos toda la información pero se nos dificulta obtener la prueba“, explica la Sikorski.
Este sistema aerostático se opera desde una unidad de control móvil, que se ubica en las inmediaciones, adonde se visualizan todas las imágenes y se reportan a la central de policía. Desde allí los jefes policiales pueden observar remotamente y en tiempo real lo que ocurre en el lugar y, eventualmente, solicitar un acercamiento o zoom a alguna zona en la que detectan algo sospechoso.
Pero esto no es todo. “También tenemos el sistema de cámaras móviles LTE Rapid, que complementa las cámaras fijas y domos que existen en la ciudad. Es una red autónoma que garantiza las comunicaciones en situaciones de emergencia o ante debilidad de señal. Por ejemplo, cuando hay una manifestación en el Congreso, se necesitan más imágenes para garantizar seguridad. Entonces, se despliegan estas cámaras en distintos puntos estratégicos. Las imágenes también se procesan en una unidad de control móvil, desde donde además se controlan las cámaras de detección facial”, afirma la funcionaria. Y destaca que “también hay tablets para medir el presentismo de los policías que están de servicio en eventos. El productor del evento paga un servicio y se toma la huella digital de los efectivos al inicio, durante y al finalizar el evento”.
Según Sikorski, “tenemos muchísimas más herramientas para hacer una tarea de prevención. Son distintos filtros: detección facial, programa Tribuna Segura y monitoreo mediante cámaras y el globo aerostático, etc. La idea es sumar control, además de ubicar a efectivos policiales en las inmediaciones de cada evento. En 2017 egresaron 1080 cadetes de policía y este año egresarán 2000. Pero el Sistema Integral de Seguridad Pública no está formado solo por policías y tecnología. También hay ‘agentes en calle’, que son civiles: agentes de prevención que sirven de alerta temprana, agentes de control de tránsito, e inspectores de espacio público”. Todo dispuesto en función de la seguridad de los eventos masivos.