No obstante, en este nuevo panorama aparecieron riesgos diferentes: a mayor conectividad también hay más información navegando por las redes, y las instituciones financieras además de cuidar por su seguridad ahora también deben prestar atención para controlar los servicios tercerizados y proteger esos datos.

Es así que actualmente, acompañar el proceso de digitalización e invertir en soluciones que mitiguen posibles ataques y situaciones de fraude es el gran desafío para el sector financiero.

Los actores de la región no son ajenos a este desafío. Asobancaria (la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia) organizó en octubre pasado, el Congreso de Prevención del Fraude y Seguridad, el cual buscó generar nuevas capacidades, conocimientos y herramientas para desarrollar estrategias que detecten, prevengan y reaccionen ante eventos de seguridad cibernética y fraude.

Allí se presentaron las últimas tecnologías para combatir el fraude bancario; entre ellas, los sistemas biométricos, los cuales sirven como método infalible de autenticación para el acceso a la información.

Esta tecnología es una gran alternativa para evitar tanto los fraudes externos como internos. Gracias a ella es posible establecer de forma certera sobre quién accedió, desde dónde, en qué fecha y a qué hora. Además, la autenticación con biometría proporciona mayor comodidad al usuario final.

Máxima clasificación en detección de dedos falsos

Como todos los sistemas de autenticación, la biometría ha sido víctima de falsificación. Sin embargo, hoy en día se han desarrollado tecnologías que hacen de esta solución prácticamente infranqueable.

HID Global, compañía dedicada a soluciones confiables de identificación, anunció por ejemplo que un segundo dispositivo de su familia de lectores con tecnología multiespectral Lumidigm^® obtuvo la puntuación máxima en el único estándar ISO orientado a la protección contra falsificación (anti-spoofing) y detección de vivacidad (liveness detection).

Se trata del ISO/IEC 30107-3 Detección de Ataque de Presentación Biométrica (PAD) nivel 1, el cual legitima aún más la capacidad de los sensores biométricos de autentificar y certificar que la huella dactilar presentada corresponda a una persona real y viva, y no a un material falso o copia artificial, contribuyendo a eliminar fraudes.

Tanta es la confianza en esta solución que uno de los bancos privados más grandes de América Latina ha habilitado 27.000 cajeros automáticos con autenticación de huellas digitales Lumidigm^®. El banco multinacional estaba preocupado porque que se estaban usando identidades múltiples por algunas personas dentro de su sistema bancario.

Del mismo modo, más de 115.000 sensores de huella dactilar multiespectrales se han implementado en Brasil para proteger miles de millones de transacciones por año en los cajeros electrónicos. Esto representa el 80 % de los cajeros electrónicos que son usados por más de 85 millones de clientes bancarios.

Congreso de Prevención del Fraude y Seguridad 2019

Los asistentes a la décimo tercera edición del congreso de Asobancaria, que se realizó el 24 y 25 de octubre en el Hotel Hyatt Regency en Cartagena (Colombia), conocieron de primera mano los productos y beneficios de la tecnología multiespectral en los estands de HID Global.

La tecnología multiespectral de la serie V de HID Global fue el primer producto de huella dactilar en recibir la nota máxima en la prueba de certificación más rigurosa del mundo, y ahora la compañía amplió esa certificación ISO para los dispositivos de la serie M.

HID Global presentó algunos modelos de su familia de lectores de ambas series, entre los cuales se destaca el nuevo M211, además de las soluciones de sus líneas de Digital Persona y Omnikey.

También presentó su impresora y codificadora de tarjetas financieras HID® FARGO® DTCii, la cual permite a las instituciones financieras entregar una nueva tarjeta bancaria a un cliente en cuestión de minutos gracias a su tecnología de emisión instantánea. Esto permite a sus clientes comenzar a usar sus tarjetas de inmediato, lo cual constituye un valor agregado para los bancos.