jueves 21 de noviembre de 2024
Revista Innovación Seguridad » Análisis y tendencias » 3 jun 2024

SEGURIDAD PRIVADA

Desafíos Regionales. Perspectivas de la Seguridad Privada en América Latina

En el contexto dinámico y diverso de América Latina, la seguridad privada se enfrenta a desafíos regionales únicos que requieren un enfoque estratégico y adaptativo.


Por:
Prof. Edgardo Frigo, Presidente del Foro de Profesionales Latinoamericanos de Seguridad

Esta visión general se centra en cómo la industria de seguridad privada puede navegar por estos desafíos, aprovechando oportunidades y construyendo soluciones eficaces para garantizar la protección y la estabilidad en la región, al tiempo que mejora la rentabilidad de la industria.

 

1. Contextos muy diversos: Adaptarse a Diferentes Realidades:

América Latina es una región caracterizada por una amplia diversidad socioeconómica, que abarca desde áreas urbanas densamente pobladas hasta zonas rurales remotas y aisladas.

Esta heterogeneidad presenta desafíos significativos para la seguridad privada, ya que cada entorno tiene sus propias características y necesidades únicas en términos de seguridad.

En las áreas urbanas, la seguridad privada puede enfrentarse a desafíos por la alta densidad de población, la delincuencia callejera y el vandalismo… en ciertas ciudades, la pura densidad del tránsito conspira en contra para dar una respuesta de seguridad adecuada.

Las empresas de seguridad deben adaptar sus servicios para satisfacer las demandas específicas de estos entornos, que pueden incluir la instalación de sistemas de vigilancia avanzados, la implementación de patrullajes preventivos, la colaboración estrecha con las fuerzas del orden y muchos otros.

En las zonas rurales y remotas, la seguridad privada puede enfrentar desafíos diferentes, como la falta de infraestructura básica, la presencia de actividades ilegales como la minería ilegal o la tala de árboles, y la dificultad para acceder a recursos y servicios de seguridad.

(En instalaciones particularmente remotas, como ocurre en ciertos casos en las industrias petroleras, mineras, etcétera, ni siquiera se cuenta con fuerzas policiales cercanas; piense el lector en una explotación minera que se encuentre a más de 4,000 metros de altura en la cordillera de Los Andes, con un campamento de 2 o 3000 personas… y con el policía más cercano a 50 o 100 kilómetros de distancia. En una situación como ésta, la realidad convierte al jefe de seguridad de la instalación en “el sheriff del pueblo”. )

En estos contextos, las empresas de seguridad deben adoptar un enfoque más flexible y adaptativo, que pueda incluir el uso de tecnologías de vigilancia móviles, la formación de alianzas con comunidades locales y la implementación de programas de capacitación en seguridad para residentes locales.

La seguridad privada en América Latina debe entender y adaptarse a las variadas realidades socioeconómicas de la región, desarrollando estrategias y servicios que sean específicos para cada entorno.

Esto requiere una combinación de flexibilidad, innovación y colaboración con las comunidades locales y las autoridades gubernamentales para garantizar la protección y el bienestar de todos sus clientes, independientemente de su ubicación o contexto socioeconómico.

 

2. Desafíos en la lucha contra la Delincuencia Organizada:

La presencia de grupos delictivos organizados representa uno de los desafíos más significativos para la seguridad privada en América Latina.

Estos grupos, que pueden estar involucrados en actividades como el narcotráfico, la extorsión, el secuestro y el tráfico de personas, representan una amenaza grave para la estabilidad de la región, y para la seguridad de los clientes de la seguridad privada, en especial los gubernamentales y corporativos.

  • En respuesta a esta amenaza, la seguridad privada no puede desarrollar estrategias efectivas que aborden de manera integral las complejas operaciones de la delincuencia organizada, ya que ésta es una tarea del Estado.

Pero la industria puede y ya está implementando en muchos casos - medidas de seguridad física y electrónica en instalaciones vulnerables, la formación de equipos de respuesta rápida para situaciones de emergencia y la colaboración con las fuerzas del orden y otras agencias de seguridad para compartir información y coordinar esfuerzos de prevención y combate contra la delincuencia organizada.

Además, –y pensemos por ejemplo en los principales clientes corporativos, blanco predilecto para varias operaciones del delito organizado, por ejemplo el tráfico de drogas y el secuestro–, para enfrentar esta amenaza es fundamental que la seguridad privada se enfoque en la prevención y la disuasión, adoptando un enfoque proactivo y preventivo en lugar de solo reaccionar ante incidentes una vez que ocurren.

Esto puede implicar la implementación de programas de vigilancia comunitaria, la promoción de la participación ciudadana en la seguridad y el desarrollo de relaciones de confianza con las comunidades locales para identificar y abordar los factores subyacentes que contribuyen a la delincuencia organizada.

También se requerirá disponer de respuestas tecnológicas más avanzadas, tales como biometría y mejores tecnologías de reconocimiento, inteligencia sobre amenazas y respuesta a incidentes asistidas por IA, sistemas de vigilancia y control basados en IA y muchas otras, ya existentes o en fases de prueba.

 

3. Integridad en la Industria: Combatir la Corrupción

La corrupción representa un desafío significativo para la seguridad privada en América Latina. La región ha enfrentado históricamente problemas de corrupción en todos los niveles de gobierno y en diversos sectores de la sociedad, lo que ha debilitado la efectividad de las instituciones y ha socavado la confianza pública en las autoridades.

En la industria de la seguridad privada, la corrupción puede manifestarse de diversas formas, desde la facilitación de sobornos para obtener contratos hasta la connivencia con grupos delictivos organizados. Estas prácticas corruptas no solo erosionan la integridad de la industria, sino que también comprometen su capacidad para brindar servicios efectivos y proteger a sus clientes y a la comunidad.

Y además de las buenas intenciones, muchos de los principales clientes de la industria tienen sus propios programas de integridad y buena gobernanza, y exigen que sus proveedores de seguridad también los implementen.

En respuesta a este desafío, es fundamental que las empresas de seguridad privada en América Latina adopten prácticas empresariales éticas y transparentes que promuevan la integridad y la responsabilidad corporativa. Esto puede implicar la implementación de políticas internas robustas de anticorrupción, la capacitación del personal en la identificación y prevención de situaciones corruptas, y el establecimiento de mecanismos de denuncia y rendición de cuentas para aquellos que violen los estándares éticos de la empresa.

Además, la seguridad privada debe colaborar estrechamente con las autoridades gubernamentales y otras partes interesadas para combatir la corrupción en todas sus formas. Esto puede incluir la participación en iniciativas de transparencia y rendición de cuentas, la denuncia de prácticas corruptas a las autoridades competentes y el apoyo a la implementación de reformas institucionales que fortalezcan el estado de derecho y promuevan la transparencia en la gestión pública.

También se puede contar con la colaboración de instituciones internacionales como International Code of Conduct Association (ICoCA) , la Asociación Internacional del Código de Conducta para los Proveedores de Servicios de Seguridad Privada. ICOCA es una iniciativa internacional creada en 2013 para garantizar que los proveedores de servicios de seguridad privada respeten las buenas prácticas, los derechos humanos y el derecho humanitario. Esta institución actúa como mecanismo de gobernanza y supervisión del Código Internacional de Conducta para Proveedores de Servicios de Seguridad Privada.

 

4. Preparación para Inestabilidad Política y Cambios Gubernamentales:

La inestabilidad política y los cambios gubernamentales son una realidad constante en América Latina, donde los ciclos electorales, los movimientos sociales y las tensiones políticas pueden dar lugar a cambios abruptos en el panorama político y administrativo.

Para la seguridad privada, la inestabilidad política plantea desafíos significativos en términos de planificación estratégica, gestión de riesgos y continuidad operativa. Los cambios en el gobierno pueden llevar a cambios en las políticas de seguridad, la asignación de recursos y la regulación del sector, lo que requiere una adaptación rápida y efectiva por parte de las empresas de seguridad privada para garantizar la continuidad de sus operaciones y la seguridad de sus clientes.

En este sentido, es fundamental que la seguridad privada en América Latina esté preparada para enfrentar la inestabilidad política de manera proactiva y anticipada. Esto implica mantenerse informada sobre los acontecimientos políticos y sociales en la región, evaluar constantemente los riesgos y amenazas emergentes, y desarrollar planes de contingencia y protocolos de respuesta para hacer frente a situaciones de crisis.

Además, la seguridad privada debe –y habitualmente lo hace– establecer relaciones sólidas y de confianza con las autoridades gubernamentales y otras partes interesadas, lo que facilita la comunicación y la coordinación en momentos de crisis y ayuda a garantizar una respuesta eficaz y coordinada ante eventos políticos disruptivos.

 

5. Desafíos en Zonas Fronterizas:

Las zonas fronterizas en América Latina presentan desafíos particulares para la seguridad privada. Se está convirtiendo en una nueva fuente de negocios para la industria, a medida que más tareas que antes eran exclusivas de la seguridad pública, como la custodia de fronteras, son tercerizadas en el sector privado.

En las áreas de frontera, las amenazas pueden ser más complejas y diversas debido a la contigüidad con otros países y la presencia de actividades ilícitas como el contrabando, y el tráfico de personas y de drogas.

Para desarrollar estas tareas de seguridad de fronteras y control migratorio, la seguridad privada debe desarrollar estrategias específicas para abordar estas realidades, colaborando estrechamente con las autoridades gubernamentales y adaptándose a las particularidades de cada región fronteriza.

Esto implica una mayor inversión en inteligencia y tecnología para monitorear y prevenir actividades delictivas transfronterizas, así como el desarrollo de protocolos de respuesta rápida y coordinada ante emergencias.

También deberán tenerse especialmente en cuenta consideraciones vinculadas con la regulación, supervisión y transparencia de las actividades, el enfoque en los derechos humanos, y la evaluación continua, rindiendo cuentas frente a muy diversas partes interesadas.

 

6. Acceso a Tecnologías Emergentes:

Para hacer frente a los nuevos desafíos que presenta la seguridad, es fundamental cerrar las brechas tecnológicas que hoy existen, garantizando el acceso de empresas y clientes a tecnologías de seguridad avanzadas.

Por ejemplo, tomemos el caso mencionado arriba de la seguridad en zonas fronterizas: la implementación de sistemas de vigilancia y monitoreo remoto, el uso de drones para patrullaje y la adopción de los sistemas de comunicación más modernos son algunas de las tecnologías emergentes que pueden mejorar significativamente la capacidad de respuesta y prevención de las empresas de seguridad privada.

Además esto requiere que las empresas del sector inviertan en la actualización y capacitación de su personal para el uso efectivo de estas tecnologías, así como en la mejora continua de los sistemas de seguridad existentes.

 

7. Desarrollo de Estrategias de Ciberseguridad para Enfrentar Amenazas Cibernéticas

En América Latina, el desarrollo de estrategias de ciberseguridad se ha convertido en una prioridad urgente debido al aumento de las amenazas cibernéticas en la región.

La creciente dependencia de la tecnología digital en todos los aspectos de la actividad empresarial y de la vida cotidiana ha creado nuevas vulnerabilidades, que los delincuentes están aprovechando para acceder a información sensible, y alterarla o robarla.

Las empresas de seguridad privada deben reconocer la importancia crítica de proteger la información sensible y los sistemas digitales tanto de sus propias operaciones como de sus clientes.

Esto implica no solo implementar medidas técnicas de seguridad, como firewalls, sistemas de detección de intrusiones y encriptación de datos, sino también desarrollar protocolos de gestión de riesgos y respuesta a incidentes cibernéticos.

Además, la capacitación del personal en prácticas de seguridad cibernética y concienciación sobre las amenazas cibernéticas es fundamental para fortalecer la postura de seguridad de una empresa. Las empresas de la industria deben invertir en programas de formación y educación continua para garantizar que su personal esté preparado para identificar y responder a las amenazas cibernéticas de manera efectiva.

La colaboración con expertos en ciberseguridad, tanto del sector público como del privado, también puede ser invaluable para desarrollar estrategias robustas de defensa cibernética. Establecer alianzas con organismos gubernamentales, agencias de seguridad cibernética y otras empresas del sector privado puede proporcionar acceso a recursos, información y mejores prácticas que pueden fortalecer la capacidad de respuesta de una empresa ante las amenazas cibernéticas en constante evolución.

 

8. Alianzas: Fortalecimiento de la Colaboración Público-Privada

La colaboración entre el sector privado y las autoridades gubernamentales es esencial para abordar de manera integral y efectiva los desafíos de seguridad en América Latina. Las empresas de seguridad privada tienen un papel único que desempeñar en la protección de los intereses de sus clientes y de la sociedad, pero también necesitan el apoyo y la colaboración del gobierno para tener éxito en su misión.

Una de las áreas clave donde la colaboración público-privada puede marcar la diferencia es en la prevención y la lucha contra la delincuencia organizada. Los grupos delictivos suelen elegir como blancos a muchos de los clientes de las empresas de la industria.

Esto puede requerir una respuesta coordinada entre las fuerzas del orden y las empresas de seguridad privada para identificar, investigar y desmantelar estas redes criminales. Esto es especialmente relevante en las áreas donde la presencia del Estado es débil… áreas que en nuestra región no escasean.

Además, la colaboración público-privada es fundamental en la protección de infraestructuras críticas, como aeropuertos, puertos, centrales eléctricas y sistemas de transporte, que son objetivos potenciales para ataques terroristas, sabotaje o ciberataques.

Las empresas de seguridad privada muchas veces complementan los esfuerzos del gobierno al proporcionar servicios de vigilancia, control de accesos y respuesta a emergencias para proteger estas instalaciones vitales, o tienen la responsabilidad completa de darles protección.

Otro aspecto importante de la colaboración público-privada es la inteligencia y el intercambio de información. Las empresas de seguridad privada pueden tener acceso a inteligencia y datos que pueden ser valiosos para las autoridades en la prevención y resolución de delitos.

Por otro lado, el gobierno puede proporcionar información sobre amenazas y nuevos riesgos que pueden ayudar a las empresas de seguridad privada a ajustar sus estrategias y operaciones.

El crucial fortalecimiento de la colaboración público-privada, requiere un compromiso mutuo de compartir recursos, información y expertise para abordar los nuevos desafíos regionales de seguridad.

 

9. Lucha contra la ilegalidad

En la industria de la seguridad privada latinoamericana, la prestación de servicios irregulares o directamente ilegales es una práctica extendida en toda la región.

  • Es imprescindible luchar contra ella para proteger a los clientes y al público, y para evitar la competencia desleal o delictiva.

Pero más aún, en algunos casos, las operaciones de seguridad privada irregulares o ilegales pueden ir mucho más allá que estafar a sus propios empleados, a sus clientes y al Estado.

  • Estos servicios ilegales pueden estar vinculadas al crimen organizado, contribuir a perpetuar distintas actividades delictivas y aumentar la inseguridad en la región, a la vez que debilitan el Estado de Derecho y causan la pérdida de confianza en el sector.

El fenómeno es tan importante que lo analizaremos por separado en un próximo documento

 

Perspectivas Futuras: Compromiso con la Adaptabilidad y la Innovación

La seguridad privada en América Latina enfrenta desafíos dinámicos y en constante evolución. Para garantizar su relevancia, eficacia y negocios, las empresas de la industria deben comprometerse con la adaptabilidad y la innovación.

  • Esto implica incorporar las tendencias tecnológicas y las mejores prácticas en seguridad, y mantener una estrecha colaboración con las autoridades gubernamentales y otras partes interesadas.

Al adoptar una mentalidad proactiva y receptiva al cambio, las empresas de seguridad privada desempeñan un papel crucial en la construcción de un entorno más seguro y próspero para sus clientes, y para las comunidades en toda la región.

 

En los próximos artículos de esta serie "Guardianes del Futuro", seguiremos descubriendo cómo los mejores profesionales y empresas están liderando el camino hacia un mañana más seguro y protegido, y con mejores negocios para todos.

 

Quedo a su disposición, y si desea profundizar cualquiera de estos temas, tome contacto conmigo. Cordiales saludos,

 

Edgardo Frigo

Presidente | Foro de Profesionales Latinoamericanos de Seguridad

+54 911 4035-3902 | forodeseguridad100@gmail.com

 


 

 

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