El gigante de internet realizó la compra mediante una de sus subsidiarias, Nest Labs, quien aseguró que llevaban mucho tiempo buscando compañías de tecnología de cámaras.

Dropcam, fundada hace cinco años en San Francisco, fabrica cámaras WiFi que permiten a los usuarios seguir lo que ocurre dentro de sus casas. El responsable de ingeniería de Nest, Matt Rogers, ha descrito en un comunicado cómo ambas compañías se integrarán: "El plan es trabajar juntos para reinventar los productos que ayudarán a definir el futuro de la casa consciente".

Se calcula que Dropcam tiene una participación del mercado de cámaras IP del 2%, medido en unidades vendidas. El segmento al cual va dirigida su oferta es muy específico y es ahí donde la compañía es muy competitiva: en el mercado IP residencial.

Sin duda, las principales ventajas de Dropcam son su bajo costo y su extrema facilidad de instalación, con una política “hágalo usted mismo”. También la oferta de productos es muy simple, donde todos sus productos tienen el formato “cubo”, son exclusivamente para interior y ofrecen una resolución HD (720P). Almacenan 30 días, 720 horas, de video. Se puede contratar tiempo de almacenamiento adicional, según el plan elegido. Claro que todos estos datos privados se almacenan en los servidores de Google. Una cuestión de confianza en el buscador…Un futuro posible es que Google esté intentando entrar de lleno en el negocio de las aplicaciones hogareñas. Dentro de su estrategia entra la conquista de la muñeca, con el reloj digital y puerta de entrada para monitorizar la salud, el salón de casa, con termostatos y el adaptador Chromecast para el televisor, y, por último, el coche, donde han dado grandes pasos en los que carecen de conductor, pero no han mostrado abiertamente cómo funcionaría Android en los automóviles actuales.