jueves 31 de octubre de 2024
Revista Innovación Seguridad » Detección de incendios » 5 nov 2019

PANEL DE DEBATE

Falta de concientización, ausencia de control y vacío legal

En el marco de SCE 2019, actores relevantes de la industria fueron convocados para abordar las principales problemáticas y los desafíos de un segmento de la seguridad que tiene por misión proteger las instalaciones, los bienes y las personas.


Por:
Aldo Bianchi

Moderado por Maximiliano Wutzke, Presidente de la Cámara Argentina de Protección Contra Incendios (CEMERA) y titular de Maxi Seguridad, el panel de “Prevención de Incendio” realizado en Security Conference & Expo 2019 contó con los siguientes participantes: Sofía Poehis, Directora de Leza, Escriña y Asociados (LEA) y también de Provenis ONG que forma parte del Capítulo Argentina de la NFPA (National Fire Protection Association); Lucas Bottinelli, Account Manager en la división Security & Fire de Honeywell para Argentina, Bolivia y Uruguay; Máximo Roldán, Jefe de Mantenimiento IFCI de Melisam Ingeniería; y Javier Racchumí, Gerente Comercial de True Digital Systems (TDS).

 

La apertura estuvo a cargo de Maximiliano Wutzke, quien destacó que la misión de la cámara empresarial que conduce es innovar y desarrollar el mercado de la protección contra incendios en el país, asumiendo un gran valor de responsabilidad social empresaria.

 

Tras las presentaciones de rigor para cada uno de los panelistas, el presidente de CEMERA ofreció un panorama acerca de la problemática inherente a la prevención contra incendios que existe en la Argentina basado sobre tres denominadores comunes: falta de concientización, ausencia de control y vacío legal.

Planteados los ejes centrales del panel, rompió el hielo Lucas Bottinelli, quien explicó que en su rol de fabricante no es posible controlar ni legislar pero sí concientizar. “Ese es el motor que nos moviliza todos los días para salvar vidas. Generar conciencia es lo que hoy podemos tocar, sentir y cambiar para poder dormir tranquilos. Es muy bueno tener en cuenta el ejemplo del cinturón de seguridad: no somos negligentes, somos inconscientes”.

 

El ejecutivo de Honeywell sostuvo que una detección de incendios temprana, además de salvar vidas, pone a salvo los activos de una empresa. “En el caso de las Pymes, por ejemplo, suponen el esfuerzo de muchos años de trabajo. Defender estos activos es sumamente importante. Esa es la conciencia que, como fabricantes, queremos generar”.

 

Lamentó que, en términos generales, cuando una empresa se enfrenta a la necesidad de tener que instalar un sistema de detección de incendios piensen únicamente en el gasto que les ocasionará. “Lo que no advierten es que, además de proteger sus activos, sus empleados se sentirán más seguros y trabajarán mejor. Deben sentir que también están poniendo a salvo el capital humano, que es lo más importante de una empresa”.

 

E insistió con un concepto que considera clave: “Sabemos que la seguridad electrónica en todos sus aspectos es importante, pero dentro de ese contexto tenemos la más valiosa misión: salvar vidas. Es el máximo reto que enfrentamos como fabricantes y apasionados de lo que hacemos”.

 

En este sentido, Sofía Poehis inició su intervención definiendo que uno de los roles de Provenis es difundir las normas para salvar vidas. “En la Argentina nos encontramos con una falta de curiosidad tremenda que deriva en la falta de conciencia y en la imposibilidad de registrar el riesgo. De esa manera, es imposible prevenir y aminorarlo”.

 

Aseguró que, desde LEA, trabajan para detectar y bajar los riesgos de la sociedad desde hace más de 45 años. “Hacemos inspecciones previas, peritajes y diseñamos sistemas de prevención de incendios. Y siempre nos encontramos con lo mismo: muchas veces, se necesita de una exigencia externa -sea del seguro (que es una industria que sube el estándar de seguridad) o de un hecho concreto que nos marque (como la tragedia de Cromañón)- para tomar conciencia de la imperiosa necesidad de prevenir incendios”.

 

Lo reafirmó Máximo Roldán, quien remarcó que habitualmente la protección de las instalaciones, los bienes y las personas queda relegada por cuestiones presupuestarias. “Tenemos que tomar conciencia de que las instalaciones son importantes porque salvan vidas, protegen los bienes y garantizan la continuidad del negocio. Es muy importante que esas instalaciones sean realizadas a conciencia por empresas que estén certificadas y que sean capaces de hacer los diseños de acuerdo a los riesgos que están protegiendo.”

 

Asimismo, calificó como determinante que el usuario final sepa cómo se utilizan los sistemas instalados. “Es muy habitual que, aun en instalaciones muy bien hechas, no exista nadie que sepa cómo operarlas. Definitivamente, hay que asumir que estos sistemas son las herramientas que nos van a permitir salir con vida de una instalación”.

 

Detalló que, también debido a límites presupuestarios, muchas veces las empresas cambian los recintos o se los reutiliza sin advertir que los sistemas instalados ya no alcanzan para lo que tienen que proteger. “En la Argentina tenemos torres con más de 30 pisos, shoppings, supermercados, y la verdad es que no basta con un avisador manual. Tenemos que realizar las rutinas de mantenimiento adecuadas para que los dispositivos estén limpios y puedan responder en los momentos críticos. Y que los operadores de esos sistemas sepan cómo tienen que operar para realizar una evacuación. Nadie puede determinar cómo se va a desarrollar un incendio en un lugar, no hay manera. Es una problemática a la que debemos darle importancia”, sentenció.

 

Javier Racchumí dijo que a lo largo de los 22 años que TDS tiene en el mercado han visto una infinidad de irregularidades dentro de las instalaciones. “Uno de los hechos más frecuentes es el uso incorrecto de equipos porque están mal aplicados, confundiendo los usos. Esto pasa especialmente en ciertas industrias que utilizan la zona de incendio de un panel de robo para proteger una instalación. Y realmente, al momento de realizar una correcta evacuación, no es el equipamiento adecuado para valerse de las lógicas de un sistema de detección. Otra cosa que ocurre es que, consciente o inconscientemente, se decide no proteger lugares que efectivamente deberían estar protegidos”.

 

Otra de sus preocupaciones es que las empresas suelen ofrecer productos sin contemplar las necesidades que exige el lugar donde esos se instalarán. “O simplemente, ofrecen un paquete cuyo número le cierra al usuario, que ignora qué está contratando. Por eso, desde TDS, siempre tratamos de asesorar acerca de qué instalar en función de qué se necesita proteger”.

 

En consecuencia, consideró que si se desea cambiar esa realidad, el primero que debería tomar conciencia de la importancia de la protección es el usuario final. Y otra de las decisiones que recomendó es seleccionar empresas idóneas que estén capacitadas para hacer una correcta instalación y su posterior mantenimiento para que el equipo responda cuando sea necesario.

 

“En el mercado existen muchos productos que no cumplen con las normativas, es algo muy común que suele ocurrir con los detectores autónomos: los publican a través de sitios de comercio electrónico con supuestos usos, pero después ocurre que por sus características técnicas es imposible que apliquen en forma adecuada. Es responsabilidad de los distribuidores, las marcas y los instaladores poder hacer un buen trabajo para que el usuario final tenga una muy buena protección”.

 

En este punto, Wutzke puso en debate la cuestión del vacío legal en el que se encuentra el país. “Si no hay legislación ni control, se termina engañando al usuario que invierte en una protección que no le va a servir. Por eso en CEMERA venimos trabajando con distintas instituciones gubernamentales en un proyecto para resolver esta problemática. Nos interesa cuidar a la sociedad y también al profesional que presta servicios de protección contra incendios”.

 

Acto seguido, consultó a Poehis acerca de la realidad que encuentra en las industrias cuando realizan auditorías. “Nosotros hacemos más de 5000 inspecciones en industrias de diversos tamaños a lo largo de todo el país. Y tanto en los edificios como en las industrias que tienen detección evaluamos dos ejes: la parte de diseño, si el detector es el adecuado y si está puesto en el lugar correcto; y la confiabilidad”.

 

Detalló que en las industrias más grandes, con más de 15.000 metros cuadrados, generalmente ocurre que el diseño es adecuado ya que no hay problemas de presupuesto; pero que en las pequeñas y medianas empresas suelen comprar soluciones a través de una plataforma sin indagar lo suficiente como para saber si va a brindar el resultado que se necesita. “Ese es el punto exacto donde se pone en evidencia la poca conciencia de riesgo que tenemos. Cuando evaluamos cuánto gastar en un sistema lo comparamos con el riesgo que tomamos. Es recomendable pensar cuánto sale colocar el sistema de detección contra no colocarlo y tener un daño. Esa es la comparación real”.

 

Por otro lado, no dudó en aseverar que confiabilidad es sinónimo de mantenimiento. “En general, en todas las industrias del país advertimos un factor común: se invierte en diseño, pero no se mantiene. Y tener un sistema bien diseñado pero no confiable es lo mismo que no tenerlo; o incluso, a veces aún peor que no tenerlo porque confiamos en que nos va a dar la respuesta. Pero la realidad nos muestra que cuando vamos a ver el panel de control está silenciado, tiene fallas, o simplemente no funciona“.

 

Wutzke puntualizó que el vacío legal en el país también marca a las claras que no existe la obligatoriedad de mantener los sistemas contra incendios. “En la Ciudad de Buenos Aires cada año se registran más instalaciones protegidas; pero en la medida en que nos alejamos, salvo el caso de las industrias grandes, no se encuentran mantenidas”.

 

Al respecto, Bottinelli hizo foco sobre un dato comparativo que resulta alarmante. “En la Argentina estamos a años luz de lo que podemos considerar como normal en países limítrofes como Uruguay. Y cuando digo normal estoy hablando de normas y estándares convencionales para edificios de construcción, viviendas, hospitales, escuelas, espacios públicos y aeropuertos. Refiero a la necesidad de contar con una legislación o normativa que establezca que en ciertas y determinadas instalaciones deben tener sistemas de prevención contra incendios. La NFPA nos dice cómo, dónde y cuándo. A diferencia de la seguridad eléctrica, donde el usuario puede elegir dónde poner una cámara, no es posible instalar un detector de humo en cualquier lado: debería haber una norma que lo marque”.

Por esta razón, expresó que valora muchísimo lo que se está haciendo CEMERA a nivel nacional para poder cambiar el mapa de situación. “Ojalá constituya el puntapié inicial para encarar un proceso de cambio que es posible realizar. En buena medida, dependerá de nosotros. Cuántas más fuerzas sumemos será mejor para todos: seremos mejores profesionales, prestaremos mejores servicios y habrá un mejor negocio”.

 

A la hora de evaluar cómo medir si una empresa y el personal afectado a una instalación cuentan con la idoneidad necesaria para intervenir en la protección contra incendios, Roldán hizo hincapié en la existencia de normas que las certifican empresas tanto para el diseño como para instalaciones. “La norma IRAM 3501 certifica a las empresas como diseñadoras para instalaciones fijas contra incendios, tanto para detección como para extinción: sea por agua, hidrantes, sprinklers o agentes extintores FM-200. Es recomendable buscar empresas que estén certificadas. Y en cuanto a la realización del mantenimiento, vale señalar que en algunos distritos del país existen registros de empresas mantenedoras”.

 

También enfatizó que nuestro país no disponía de normas que regularan el mantenimiento de las instalaciones fijas, hasta la generación de la IRAM 3546. “Surgió tras mucho trabajo, utilizando como guía normas internacionales basadas en las NFPA 25, que está orientada a las rutinas de mantenimiento. Hoy por hoy, en la Agencia Gubernamental de Control (AGC) están registradas las empresas que están habilitadas”.

 

Vinculado con esta necesidad puntual, el propio Bottinelli compartió una decisión tomada por Honeywell que contribuye a la seguridad. “Como requisito para poder operar, exigimos que los instaladores de nuestra línea de paneles Fire Lite cuenten con la certificación que otorgamos como fábrica a través de nuestros canales. Necesitamos garantizar que quien toca nuestros paneles sabe lo que está haciendo, y que sepan además que cuentan con el respaldo de la fábrica. Es un aporte mínimo, pero tiende a garantizar que las cosas se hagan bien”.

 

Finalizadas las intervenciones formales de cada orador, hubo preguntas del público asistente. Algunas de ellas giraron en torno a los equipos inalámbricos: ¿agilizan y abaratan el sistema?, ¿son confiables?, ¿están contemplados en el seguro?

 

El primero en recoger el guante fue Racchumí, quien declaró que Notifier posee una gama de productos variados de sistema inalámbrico que cubre esa necesidad en particular. Indicó que detectores de humo, térmicos y combinados, avisadores manuales, sirenas y módulos inalámbricos, entre otros. “Es muy importante no mezclar la noción de sistema inalámbrico con lo que nosotros conocemos como el Wi-Fi de internet. Con los productos inalámbricos la gente suele consultar acerca del alcance y la verdad es que es idéntico al del sistema cableado, lo único que no utiliza es el cable y el caño. Pero la ubicación y el uso de cada dispositivo siempre va a requerir de un diseño y deberá estar ubicado exactamente igual que el de un sistema cableado. La ventaja es el ahorro de tiempo y la confiabilidad que supone un dispositivo estará monitoreado por un panel de incendio, ya que no es un sistema autónomo. En todos los casos, se trata de sistemas que están homologados”.

 

De acuerdo con lo dicho por Poehis, contar con un equipo inalámbrico trae muchísimas facilidades como el ahorro de costos a la hora de instalarlo. No obstante, determina que debemos garantizar la confiabilidad de ese sistema. “En la Argentina ocurre que, como no solemos hacerlo, el 70% de las veces los sistemas inalámbricos no están funcionando. No hay cuidado, ni mantenimiento adecuado”.

 

Ante la consulta de si este tipo de equipos están contemplados por el seguro, respondió: “Las compañías de seguros fijan estándares en base a su experiencia y a los siniestros que han tenido en ese tipo de instalaciones. Y lo que dicen es que, en materia de detección, no es un sistema confiable. En general, esto viene asociado a la falta de mantenimiento o a su mala instalación. De lo que puedo dar fe es que en la medida en que un asegurado ha podido demostrar fehacientemente que el sistema es confiable, que está bien mantenido y que está listo para cumplir con su función a la hora de un principio de incendio, la compañía de seguros lo ha considerado. Pero, en general, los sistemas inalámbricos que vemos no son ni homologados, ni bien instalados ni debidamente mantenidos”.

 

¿La detección baja el costo del seguro?, preguntaron desde la platea. “Hace muchos años, el costo de la prima estaba regulado por una tarifa técnica donde –dependiendo el tipo de industria y los agravantes– se registraba una suba de su valor o se obtenía una rebaja.  Hoy en día la tarifa es comercial, que no tiene adicionales ni rebajas. De hecho, existen compañías que si no se tiene detección no toman el seguro”, informó Poehis, quien aclaró que en todo caso se trata de una decisión de mercado. “Hay compañías que aceptan esa condición y otras que no. Es muy raro que por tener una detección baje la prima del seguro. Solo va a bajar en función del riesgo que el usuario asuma y de cómo esté protegido. Esa es la clave que tendrá en cuenta el seguro para catalogar. Si uno tiene un deducible mayor y se hace más cargo de su riesgo, querrá decir que los tiene más controlados”, concluyó.

 

El panel cerró con recomendaciones para la capacitación. Se informó que los licenciados en seguridad e higiene, arquitectos e ingenieros tienen la posibilidad de realizar el postgrado del INTI que dura dos años y está abierto a toda la comunidad. Además, se explicó que en el sitio web de la NFPA hay acceso gratuito a las normas (muchas en inglés, aunque cada vez más en español) que se pueden consultar, al igual que las circulares técnicas de LEA donde se abordan temas de actualidad del sector. Y también, la posibilidad de participar en foros y tomar cursos de detección.

Se espera por la sanción de una normativa que esté aggiornada a la realidad que vivimos y a las tecnologías que hoy existen en materia de protección contra incendios

 

Panel de debate en SCE 2019

  • Maximiliano Wutzke, Presidente de CEMERA, titular de Maxi Seguridad.
  • Sofía Poehis, Directora de LEA y de Provenis ONG.
  • Lucas Bottinelli, Account Manager en la división Security & Fire de Honeywell para Argentina, Bolivia y Uruguay.
  • Javier Racchumí, Gerente Comercial de True Digital Systems.
  • Máximo Roldán, Jefe de Mantenimiento IFCI de Melisam Ingeniería.

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