ANáLISIS Y TENDENCIAS | 28 ENE 2019

ANÁLISIS

¿Podemos importar ideas?

Hace tiempo que leemos en distintos medios o asistimos a conferencias donde se habla de las nuevas tendencias mundiales. Empresas horizontales, equipos de autogestión, el trabajo a distancia, etc. ¿Es posible importar esas ideas e implementarlas en culturas diferentes?



Comencemos a analizar las diferencias culturales para ver si son relevantes para este análisis.

 

La mayoría de estas ideas nacen en países donde por ejemplo:

• El trabajo en equipo es más importante que el individual.

• La victoria colectiva está por sobre la individual.

• Votar es un derecho no una obligación.

• En algunos no existe la indemnización en caso de despido.

• Lo cultural está tan arraigado que no es necesaria la mirada de otro para cumplir su trabajo.

 

¿Cuánto pesan estas cuestiones?

De acuerdo a la actividad será más o menos evidente.

Lo que queda claro a simple vista, son las diferencias culturales:

• Nuestra dificultad para trabajar en equipo.

• La importancia que les damos a los logros individuales y tan poca a lo colectivo.

• La necesidad de un otro controlando.

 

En definitiva, pareciera que otras culturas tienen las reglas para cumplir y nosotros para no hacerlo.

 

¿Cómo hacemos para tomar lo mejor de esas ideas y utilizarlas en nuestra cultura?

Lo primero que quiero decir es que ¡se puede!

 

Creo que la única opción es trabajar con las personas que van a intervenir en los desafíos.

 

Trabajar, para mí, significa reeducar respecto de valores, responsabilidades y cumplimientos.

 

Entender que estamos todos arriba del mismo barco, cada uno con un remo en su mano.

 

Es el equipo, con el esfuerzo de cada uno, el que llegará a la meta, no importa en qué lugar del equipo estés, todos son importantes.

 

Esto que parece sencillo, no lo es, vivimos en una sociedad donde permanentemente se vive el sálvese quien pueda.

 

En nuestro rubro pasa algo parecido, se importan productos o servicios que fueron pensados para otros mercados muy diferentes; donde por ejemplo, las personas que desean trabajar como instalador de sistemas de seguridad tienen que realizar un curso, estudiar cuestiones técnicas y legislativas, luego rendir examen para obtener la matricula que les permite trabajar.

 

Hay países que no permiten la venta de un accesorio de alarma, como por ejemplo un expansor de zonas, a una persona que no pueda acreditar su condición de instalador.

 

Con los servicios ocurre algo similar.

 

En otras culturas es normal ver a las empresas proveedoras y a sus clientes trabajar juntos para resolver problemas de sus mercados o desarrollar productos.

 

¿Por qué nosotros no lo podemos hacer?

 

Creo que nuestro desafío no es copiar, es tomar lo mejor de cada cultura y adaptarlo a nuestra realidad.

 

Parece ambicioso. Tal vez lo sea. Copiar es más fácil, pero ¿funcionará?

Probablemente arruinemos una muy buena idea por no adaptarla o recrearla a nuestro ámbito cultural.

 

Tomemos como ejemplo a nuestros antepasados, que trajeron sus ideas y costumbres a esta tierra virgen y las adaptaron al lugar, logrando rápidamente el éxito que todos conocemos.

 

Comencemos ya a transmitir conocimientos y valores a nuestros colaboradores.