La tecnología se ha convertido en un aliado para ayudar a la protección de las personas en el regreso a la nueva normalidad. Los sistemas de videovigilancia se destacan en esta lucha para retomar las actividades cotidianas con dispositivos y software especializado en:
● Detección de temperatura
● Control de acceso sin contacto
● Tecnologías de seguimiento
Si bien en algunos países hay indicios de que las cifras podrían comenzar a estabilizarse, los casos de COVID-19 se incrementaron considerablemente en América Latina.
Brasil ha registrado más de 4,3 millones de casos confirmados, el tercer recuento más alto del mundo después de Estados Unidos e India. Igualmente, es el segundo país, por detrás del mismo EE.UU., en número de muertes.
México, Argentina, Colombia y Perú también han tenido brotes importantes y se encuentran entre los diez países con más casos confirmados.
Sin embargo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó el 2 de septiembre que estaba empezando a notar una tendencia a la baja en el número de nuevos casos notificados en Centroamérica, con excepción de Nicaragua y Costa Rica.
Todo esto ha llevado a los países a replantearse una apertura gradual de los negocios locales, cultos religiosos, las actividades al aire libre y, en algunos casos, los vuelos comerciales.
Por esto, a medida que los Estados permiten la reapertura por fases y los empleados vuelven al trabajo, las empresas se enfrentan a nuevos desafíos más allá de la seguridad para proteger a los trabajadores de lo que muchos han llamado “un enemigo invisible”.
Con un sistema de gestión de vídeo (VMS), los empleadores tienen la posibilidad de crear una solución en el marco de su instalación de seguridad existente. Una plataforma abierta permite la integración de aplicaciones y dispositivos con la gestión de vídeo para implementar funciones como la detección de temperatura, el control tanto de distanciamiento social como de acceso sin contacto y el conteo de personas.
Las cámaras termográficas integradas al VMS permiten la detección de temperatura
Uno de los protocolos adoptados en los países de la región para retomar las actividades normales con estándares de seguridad ha sido la detección de temperatura. En este caso se exige un punto de control en la entrada de los establecimientos comerciales, donde se efectúe además la verificación del uso correcto del tapabocas y la realización del procedimiento de desinfección de manos y zapatos.
Y aunque ninguna cámara termográfica logra detectar el coronavirus, sí permite establecer una temperatura corporal elevada, lo cual brinda información al software de gestión de video para ejecutar los análisis y los protocolos de bioseguridad correspondientes.
Los termómetros infrarrojos sin contacto también monitorean a un individuo para identificar posibles temperaturas elevadas de la piel, aun cuando estas no reflejan una temperatura corporal exacta.
Cuando la detección se produce a través de un dispositivo, se necesita verificación. No se han creado soluciones en la industria de la seguridad física para esto. El proceso recomendado es remitir a la persona para que se le realice una evaluación médica estándar.
Se debe construir un proceso adaptado para cada empresa. Esto con el fin de garantizar la identificación de las personas en riesgo, y que quienes se encuentren dentro de la instalación permanezcan seguros.
Distanciamiento social para prevenir posibles contagios
Entre las condiciones de reapertura planteadas en varios países de la región se encuentra el distanciamiento físico de dos metros entre personas. Este es el caso de establecimientos como restaurantes, y la respectiva distribución de mesas, sillas, barras y áreas comunes con su correspondiente señalización. Esto garantiza la separación mínima indicada y el control de flujo de personas.
Mediante el análisis de video, las empresas pueden utilizar tecnologías de detección y recuento, como el conteo de personas y de multitudes para mantener los requisitos de distanciamiento social. Al aprovechar las nuevas tecnologías de distanciamiento social, las empresas deben establecer parámetros específicos en sus alarmas de activación de VMS.
Para cumplir con los nuevos requisitos de ocupación, las personas que cuentan con analíticas crearían alertas en tiempo real sobre cuántas personas están dentro de un edificio y crear notificaciones para clientes, visitantes y gerentes. Funcionan como alertas para que no se formen aglomeraciones.
Control de acceso sin contacto
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el modo principal de transmisión para COVID-19 es a través del contacto cercano de persona a persona.
Sin embargo, es posible que un ciudadano contraiga COVID-19 al tocar una superficie u objeto que tiene el virus en ella, al igual que su propia boca, nariz u ojos.
Para evitar esta situación, las empresas utilizarían la tecnología de videovigilancia para reducir el contacto físico con dispositivos y superficies, incluidas las manijas de las puertas y los lectores de tarjetas y huellas dactilares.
Las organizaciones tienen la posibilidad de combinar sus sistemas de videovigilancia y acceso para implementar soluciones de control de acceso sin contacto.
La integración de estos permite a los operadores gestionar el acceso a sus instalaciones en función de las estadísticas históricas o la información en tiempo real producida; no sólo por los controles de acceso tradicionales, sino también por el análisis de video, como el recuento de personas y el distanciamiento social, entre otros.
Utilizando datos de multitud u ocupación en tiempo real, los operadores pueden cerrar o abrir puertas, torniquetes de entrada o barreras viales de forma remota. Para supervisar de forma segura edificios o ubicaciones, los robots y drones equipados con dispositivos de entrada y salida permiten proporcionar video en directo y audio bidireccional, alimentando de nuevo a la plataforma de gestión de vídeo, e igualmente para el procesamiento analítico.
Cuando se concede el acceso, los sistemas electrónicos de apertura de puertas motorizados son herramientas sin contacto ideales. No obstante, otras buenas opciones incluyen dispositivos de escaneo de códigos QR a través del teléfono móvil o simplemente el uso de la aplicación móvil de gestión de video para abrir las puertas a través de tecnologías inalámbricas.
Todas estas tecnologías anteriormente mencionadas pueden vincularse al sistema de VMS de las compañías actuales y de este modo evitar la expansión rápida del COVID-19. Sin embargo, también sirven para seguir avanzando en la protección y seguridad de los usuarios a futuro.