Objetivos de los sistemas de alerta públicosLos sistemas de alerta públicos, muchas veces definidos como “botones de pánico”, tienen en teoría un conjunto de propósitos fundamentales:
1. Brindar una herramienta al alcance de todo el público, o de una amplia mayoría del mismo;
2. Aumentar la sensación de protección del público;
3. Generar respuestas eficientes ante hechos verificados;
4. Visibilizar la gestión del organismo público ante el flagelo de la inseguridad.
De estos objetivos podemos inferir que un sistema de botón de pánico debería ser masivo, accesible, visible, e integrado con los recursos de respuesta de las diferentes fuerzas públicas.
La masividad implica que se pueda instalar en cualquier hogar, comercio o dependencia pública, con mínimos requisitos técnicos, y que pueda utilizarlo la mayor cantidad posible de personas.
Al buscar un alto volumen de implementación, es importante que la solución tecnológica sea económicamente accesible: equipos de valor de adquisición razonable, fácilmente instalables, y con un costo operativo mínimo o nulo.
La eficiencia de la respuesta a una alarma requiere integrar las señales de alerta recibidas en un Centro de Monitoreo público y/o privado con procedimientos confiables de verificación, sumando el despacho inmediato de fuerzas en caso de alarmas confirmadas.
La visibilidad del sistema está relacionada con que su uso resulte simple, y que aporte a la presencia del municipio, estado o provincia en cada hogar. Una interfaz de usuario clara y específica hace que el público pierda el miedo a utilizar el sistema, y reduce las falsas alarmas generadas.
El rol de las empresas de seguridad privadaSegún se observa en diferentes implementaciones de sistemas de alerta pública, la participación de las empresas de seguridad locales es variada. En algunos casos están a cargo de la provisión de los equipos de botón de pánico, su instalación y mantenimiento, el monitoreo de las señales, el enlace con los sistemas de despacho de fuerza pública, etc.
En otros casos todo el proyecto es planificado, diseñado, implementado y mantenido por el organismo público protagonista, con total autonomía de los players del sector privado.
Entre medio de estos extremos existen diferentes esquemas de trabajo conjunto entre ambos sectores que logran generar sinergias en escenarios de eficacia y eficiencia. Las empresas tienen sus fortalezas a nivel técnico y operativo, y mucha familiaridad con la prestación de servicios “24 x 7”; por su parte, los organismos públicos cuentan con el alcance masivo y la capacidad de coordinación necesarios para una implementación de amplia cobertura.
En cada ciudad, región o estado se abren oportunidades para el desarrollo de sistemas públicos de alerta exitosos, a través del trabajo conjunto de los sectores público y privado.
Una opción tecnológica eficaz y eficienteDentro de las soluciones más populares para los “botones de pánico” públicos se encuentra la desarrollada por la empresa RightKey Seguridad Electrónica, con su Discador Monitoreado DM390.
El Discador DM390 es un equipo pequeño, que se instala muy fácilmente y tiene requisitos mínimos: sólo necesita una línea telefónica estándar, y una conexión a la red eléctrica.
Además de las señales de pánico integradas en el mismo gabinete del DM390, el Discador puede recibir alarmas de hasta 10 controles remotos, en un rango de varias decenas de metros. Esto lo hace ideal para que todas las personas mayores de una casa o un comercio tengan su propio control remoto para utilizarlo en situaciones de emergencia.
Al comunicarse con el Centro de Monitoreo a través de la red telefónica pública, prácticamente no tiene costos de transmisión. Una característica importante del DM390 es que puede enviar todas las señales de alarma a dos Centros de Monitoreo en cuestión de segundos, brindando la posibilidad de un monitoreo paralelo o en “espejo” entre el organismo público y una empresa de seguridad privada prestadora del servicio.
El teclado de este Discador es totalmente personalizable, pudiendo adecuar su diseño, texto e información a los requerimientos de la entidad pública responsable del sistema de “botón de pánico”.
Además, el DM390 integra opcionalmente un sistema de alarma inalámbrica con sensores de movimiento y de apertura de puerta. Estas funciones, sumadas a las señales de pánico, lo transforman en una alternativa viable para proteger pequeñas dependencias públicas (dispensarios, centros de salud, escuelas, comedores, oficinas descentralizadas, etc.) agregando una alarma de intrusión de muy fácil instalación y uso.
Masividad y efectividadLa solución tecnológica que describimos en este artículo viabiliza los objetivos de un sistema de alerta pública, extendiendo los límites del “botón de pánico”. Puede ser implementada prácticamente por cualquier organismo a nivel municipal, regional o provincial, con participación de las empresas de seguridad locales y el aprovechamiento de sus plataformas de monitoreo de alarmas sin agregado de nuevas estructuras.
Es perfectamente factible lograr un alcance masivo del sistema de alerta público con una inversión moderada y un costo operativo mínimo, manteniendo una alta efectividad en la generación y tratamiento de las señales de alarma generadas por el público usuario del sistema.
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