Almacenamiento al servicio de la videovigilancia

Según un estudio de IHS Markit América, representa el 26% del mercado de videovigilancia a nivel mundial, con una tasa de crecimiento de más del 3% anual. Por su parte, Latinoamérica representa el 18% de ese total.

La masificación de las cámaras de seguridad en alta definición ha tenido una explosión tan grande, que el almacenamiento audiovisual crece a pasos agigantados. Según el mismo estudio, la videovigilancia es el 54% del mercado global de seguridad física, lo cual significaba ya en 2015 unos 14,9 mil millones de dólares de ingresos y se estima que crezca a una tasa anual compuesta de 6,3% para 2020.

Debido a las mejoras en las tecnologías disponibles, que por ejemplo permiten ver imágenes cada vez de mayor resolución en HD y 4K, los requisitos de almacenamiento fueron cambiando. Sin embargo, a pesar de ser uno de los componentes más importantes para garantizar la eficacia de un sistema de vigilancia, suele ser frecuentemente olvidado o subestimado. En la mayoría de los casos, se utiliza una unidad que no ha sido diseñada para funcionar en este tipo de ambiente. El disco correcto permite optimizar los sistemas para que consuman menos energía y generen menos calor, además de ofrecer alto desempeño, eficiencia y capacidad. Por el contrario, es difícil validar la resistencia de aquellos dispositivos que no fueron diseñados para sobrevivir en estos ambientes. Pero, ¿cómo podemos saber la diferencia?

Éstos son algunos consejos para elegir la solución de almacenamiento adecuada:
• Conexión permanente: un sistema de vigilancia debe funcionar 24x7, por lo que el disco debe tener un ritmo de escritura y lectora constantes.
• Fiabilidad de rendimiento: algunas unidades, como la familia de discos duros WD Purple, incluyen una tecnología especial (llamada AllFrame) que ayuda a mejorar la reproducción y trabaja con streaming ATA para reducir errores y pérdida de cuadros.
• Habilitado para RAID: los sistemas de seguridad con RAID (Conjunto Redundante de Discos Independientes, por sus siglas en inglés) pueden usar dos o más discos para crear una red que asegure la grabación, incluso si una de las unidades no está funcionando. Esto reduce las interrupciones en la productividad y disminuye la posibilidad de pérdida de datos.
• Bajo consumo de energía: la necesidad de tener una conexión permanente hace que contar con una unidad que consuma poca energía y calcule las velocidades óptimas para evitar generar tanto calor, incluso en lugares cerrados, sea crucial.
• Soporte de múltiples cámaras: un alto número de cámaras, un sistema NVR, o un período más largo de conservación de los datos requerirán un mayor uso de almacenamiento. En este sentido, algunos discos, como el WD Purple, ofrecen hasta 10 TB de capacidad por unidad.
• Soporte de múltiples bahías: la unidad adecuada incluye sensores de vibración de hardware para permitir la operación de sistemas con múltiples discos y mayores cargas de trabajo.
• Amplia compatibilidad con cámaras: un disco que funcione con distintas cámaras hará que sea aún más fácil mantener la visibilidad, sin importar su escenario de instalación actual.
• Exterior resistente: se sugiere adquirir una con protección PCBA resistente a manchas, para que el disco resista en entornos adversos.
• Fácilmente actualizable: La unidad debe poder ser actualizada con un sistema de vigilancia existente para facilitar su trabajo.

Las proyecciones indican que la videovigilancia seguirá creciendo en los próximos años y en diversos ámbitos en la región. En cualquier caso, si bien las necesidades varían y dependen de los objetivos del sistema de videovigilancia que se esté buscando, la recomendación es que antes de invertir en un circuito completo, se deben tener en cuenta todas las variables; entre ellas, por supuesto, el soporte de almacenamiento. Y para eso,  WD ofrece un portafolio de productos dedicado, así como herramientas para encontrar el disco adecuado y la capacidad que mejor se adapte a esas necesidades.

Para más información: https://www.wdc.com