viernes 26 de abril de 2024
Revista Innovación Seguridad » Análisis y tendencias » 23 nov 2010

El diseño de seguridad para la construcción de instalaciones seguras

El trabajo de arquitectos e ingenieros no es suficiente a la hora de construir un predio preparado para enfrentar la creciente inseguridad. Es indispensable, desde los cimientos del proyecto, que el diseño contemple los requerimientos necesarios para prever y evitar al máximo la exposición a diversas situaciones peligrosas y al consecuente alto costo adicional a posteriori. Expertos en la materia deben analizar en profundidad los factores de riesgo dados en cada caso, según el destino de uso y la ubicación de la estructura entre otras características, para lograr la mayor seguridad posible en línea con la estética y funcionalidad deseadas.


El criterio correcto
Los especialistas en diseños de seguridad, deben trabajar desde el principio y de manera coordinada con los líderes del proyecto para determinar y desarrollar el sistema más apropiado, teniendo en cuenta los requerimientos para la instalación, integración y ejecución de los sistemas de seguridad y el control físico implementados, sin perder de vista la importancia de alcanzar una óptima relación costo-beneficio.

La tecnología de seguridad disponible en la actualidad permite realizar y hasta automatizar funciones como monitoreo a distancia, detección de intrusiones, grabaciones de imágenes en tiempo real, respuesta en caso de emergencias con organismos externos de seguridad, servicios de emergencia médicas, entre otros.

El eterno problema de lo ya hecho
Las falencias más comunes generadas por la ausencia de un proyecto de diseño aplicado a la seguridad desde el comienzo están relacionadas, generalmente, con la imposibilidad de ampliar o modificar sistemas de seguridad ya instalados, gestionar cambios de equipamiento por ser inadecuados para su función, y realizar cambios estructurales para mejorar aspectos de operación de los equipos. Esto siempre ocasiona un gasto económico extra a constructoras, inversionistas e incluso propietarios, que deben resolver las omisiones y errores dados sacrificando en la mayoría de los casos, además, la estética, la comodidad y la funcionalidad del predio en cuestión.

Los mejores ejemplos que podemos dar están planteados en las decisiones correctas que toman algunas empresas a la hora de realizar grandes obras. No siendo así la mayoría de los casos.

Cuando se cierra un contrato de diseño (de seguridad) para instalaciones, la primera reunión es siempre con el estudio de arquitectos que llevan la obra. Es necesario poder entender en detalle los aspectos de la obra civil, en especial los tiempos de ejecución y los estimados de trabajos de cada uno de los gremios, ya que las instalaciones de seguridad deberán ir muchas veces a la par de los trabajos de electricidad, datos, telefonía, incendios y otros. De esta manera se ahorran tiempo y costos, y no se modifican los tiempos generales de la obra.

Cuanto más temprano podamos trabajar en conjunto en la obra, mejores resultados tendremos. Comenzar más tarde conlleva cambios y adaptaciones, muchas veces complicadas, en especial cuando ya se está trabajando en aspectos de terminación de detalles y decoración de interiores.

Aspectos principales del diseño de seguridad aplicado a un ejemplo
Antes de comenzar a trabajar sobre los planos de las instalaciones, existe un importante esquema de trabajo conceptual a tener en cuenta, que surge a partir de los resultados de las necesidades del cliente en términos de las medidas de protección que desea tener en las nuevas instalaciones.

Algunos de los aspectos para el diseño incluyen, entre otros, la medición de los flujos de personas en los accesos, la tasa de ocupación de empleados por piso o sector, los horarios de trabajo, los movimientos y número de subcontratistas y visitas, la ubicación y accesibilidad del centro de cómputos, los estacionamientos de vehículos (empleados y visitas).

Veamos un ejemplo práctico y real para mencionar estos temas de manera más gráfica. Durante 2009, una importante empresa de servicios a nivel nacional previó al inicio del proyecto el diseño de seguridad de sus nuevas oficinas corporativas en la ciudad de Buenos Aires. Esto representa una gran ventaja ya que los expertos trabajaron desde el principio con los arquitectos e ingenieros a nivel de la obra civil.

Se plantearon junto con la alta dirección las necesidades puntuales de seguridad de las instalaciones en relación a las actividades y los riesgos propios del negocio. Una vez establecidos los requerimientos, se trabajó en el diseño conceptual de cada uno de los subsistemas para el predio (CCTV, controles de acceso y alarmas) y la forma de la operación de los mismos de manera integrada.

Se consideró desde el inicio la inclusión de sistemas escalables de seguridad para cada unidad (posibilidad de futuras ampliaciones) y se seleccionaron equipos de última generación que contemplasen un fácil mantenimiento y una sencilla operación, además de brindar la opción de monitoreo de señales en forma remota.

Teniendo la posibilidad de trabajar a la par de los gremios en la obra, la operación total de instalación y puesta a punto llevo solamente 45 días de trabajo para dejar todo el sistema de seguridad integral funcionando, el cual contaba con 25 cámaras fijas, 11 lectoras de proximidad, 11 cerraduras electromagnéticas de retención, 56 sensores de apertura de puertas, 5 intercomunicadores y todos los sistemas de interconexión y control central, todo distribuido en 6 plantas del edificio.

Uno de los aspectos más complicados de resolver fueron los relacionados con los elevadores del edificio. Muchas veces la operación conjunta de CCTV y controles de acceso se dificulta por el funcionamiento o modo de uso que se les da a los mismos, ya que en ciertos edificios, estos conectan en forma directa los subsuelos de estacionamientos con los pisos de la alta dirección, encontrándonos con un área ciega o de difícil control.

Que esté, pero que no se vea
Muchas empresas, cuando se está en la fase de diseño, buscan contar con medidas de protección, pero que las mismas sean discretas y si es posible que no se vean. En principio, no está nada mal si se trata de ser discreto (imaginémonos estar en una sala de espera aguardando para una reunión y tener 3 cámaras apuntando a donde estamos… seamos sinceros, no es cómodo). Pero por otro lado, demasiada discreción nos quita el factor de “disuasión”.

El tema es saber dónde y cómo se debe utilizar el criterio de discreción, y para controlar qué cosa, un tema es una playa de carga de camiones y otra la sala de espera a la oficina de presidencia, definitivamente no es lo mismo.

Muchas estructuras como hoteles y grandes centros comerciales, cuentan con un número de cámaras “visibles” y otras no tanto. Las primeras nos dicen que nos están viendo, las otras ni siquiera sabemos que están. Esto no se trata de un mero capricho, sino que se busca a la hora del diseño del sistema de CCTV contar con un balance entre disuasión y discreción, “que controle, pero que no moleste”. 

La seguridad no es solamente cables y cámaras
Cuando se realiza el diseño de las medidas de seguridad, se deben considerar siempre las tres columnas fundamentales de la operación: la tecnología, los recursos humanos (personal de seguridad), y las normas y procedimientos de seguridad. La clave está en el diseño conjunto de cada parte, con el fin de lograr una interacción y dependencia correcta de cada una entre ellas.

La tecnología sola no basta si no tiene alguien que la opere, la controle y utilice la información de los sistemas para un fin determinado de control de los riesgos y amenazas.
Los recursos humanos por si solos tampoco son suficientes, necesitan de herramientas de apoyo, y la tecnología actual brinda esa posibilidad, aún estando fuera del entorno a controlar.

Por último, los recursos humanos y la tecnología sin un adecuado marco normativo son poco útiles, tanto para asegurar la protección y el control diario de las instalaciones, sin mencionar cuando se trata de buscar la trazabilidad de un evento determinado, aportar información para una investigación o bien el modo en el que se debe atender a ciertas situaciones fuera de lo normal.

Por lo tanto, siempre se deben desarrollar las tres plataformas teniendo en cuenta a cada una, pensando la mejor interacción, complementación y balance de recursos.

Por otra parte, es vital también que se desarrollen y ejecuten esquemas específicos de mantenimiento y controles periódicos adecuados, que incluyan acciones de auditoría permanente a los sistemas implementados, teniendo en cuenta el mantenimiento (preventivo y correctivo), como así también asegurar el buen manejo de las herramientas tecnológicas, el desempeño de los recursos humanos involucrados y el correcto cumplimiento de todas las prácticas establecidas en pos de la mayor seguridad.

El costo de una mejor seguridad
Si bien los valores de los sistemas –en especial los de índole tecnológica– son en muchos casos muy altos, la ventaja de contar con un análisis y un diseño previos de seguridad garantizarán que la inversión sea la adecuada desde el inicio de la obra.

En términos de valores respecto de los trabajos de análisis y diseño de medidas de seguridad para complejos edilicios o instalaciones de oficinas, debemos estimar un promedio de entre $30.000 y hasta $100.000 pesos, según la asesoría necesaria para cada proyecto en particular dependiendo de su complejidad y tamaño.

 

Diego Ricardo Canto es Senior Consultant y líder del área de Corporate Security para la región de América Latina en FTI Consulting. Anteriormente, el Sr. Canto ocupó la posición de Managing Director y líder de la práctica de Seguridad Corporativa para América Latina y el Caribe en Kroll Inc. Trabajó en diversos proyectos de seguridad para clientes en Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, Chile, Guatemala, Honduras, México, Estados Unidos, Puerto Rico, Panamá, Venezuela, España, Portugal, Turquía y Nigeria.

 

VIDEOS