En sus inicios, la Seguridad Electrónica, como todo mercado nuevo y multidisciplinario, empezó por los Sistemas de Intrusión, luego aparecieron las primeras soluciones de detección de Incendio, más tarde surgió la tecnología de CCTV y, en el medio de todo, el Control de Accesos fue ganando terreno. Con el correr del tiempo, el mercado creció de una manera más o menos caótica, impulsado por una fuerte demanda, que en aumento año tras año. Sin dudas desde el punto de vista técnico se ha avanzado mucho más hacia la integración que desde el punto de vista de mercado.

Si se observa lo que sucede hoy en día, se ve que el segmento alto del mercado, está bastante bien ordenado, los integradores lideres poseen los mejores diseñadores de sistemas que utilizan los productos específicos de gran calidad y muy buenas prestaciones y, por el lado del usuario, vemos una contraparte que sabe lo que necesita y entiende el precio que ello conlleva. Yo diría que es el segmento que está más resuelto.

El segmento más bajo, que por su naturaleza, fue y será siempre muy difícil de predecir está fuertemente orientado al precio y/o a las modas de productos. A diferencia de los otros, creo que es muy difícil que se pueda reglamentar y ordenar. A mi entender éste no es un desafío solamente local, sino que se trata de un problema a nivel global.

Por el contrario la capa media, que es en general donde se desarrollan la mayor cantidad de negocios rentables, es la más difícil y es donde se encuentra un modelo que no termina de acomodarse. Si se lo analiza del lado de los integradores/instaladores puede observarse que muchos ofrecen desde la mejor cámara hasta la más económica, desde los mejores sensores hasta los más limitados, generando una gran confusión en las ofertas. Si se profundiza el análisis se llega a la conclusión que no es posible que las empresas estén preparadas para ofrecer, instalar y mantener toda la gama de productos a la totalidad de sus clientes, es decir, que muchos jugadores deberían hacer un poco de ingeniería interna para re definir sus alcances.

Si se analiza el lado de los productos que se ofrecen en el mercado, se ve que hay una gran invasión de producto importado -mayoritariamente chino- y que muchas veces estamos convencidos que el éxito pasa exclusivamente por bajar los precios y vender lo más barato. Si bien es cierto que a nadie le gusta pagar de más, estoy convencido que los jugadores de este segmento no siempre hacen un análisis correcto de las necesidades reales del cliente y muchas veces se auto condicionan cotizando productos de inferior calidad que ni siquiera satisfacen los requerimientos básicos que les fueron solicitados.
Otro tema a tener en cuenta son las certificaciones, tanto de productos como de profesionales idóneos. Hoy casi cualquier persona puede implementar un proyecto de Seguridad y sin duda nos está faltando como país un marco de referencia legal que nos permita mirar al modelo que queremos llegar. Cuando se ve lo que hacen otros países avanzados, nos vamos dando cuenta que ellos también reglamentan a partir de sucesos que desnudan las falencias, por ejemplo, en Control de Acceso específicamente, no había normas internacionales hasta que cayeron las torres gemelas. Ese hecho, le hizo ver a las autoridades de Estados Unidos que tenían un gran descontrol a ese nivel, que no había compatibilidad entre los sistemas y que en algunos casos estaban usando tecnologías obsoletas. A partir de ahí, se pusieron en campaña, le dedicaron un tiempo a analizar el tema, hicieron un reglamentación completa, discutida entre todos los jugadores, donde se elaboraron estándares y plazos de implementación alcanzables.

Para seguir con este razonamiento, a mi entender, tenemos que apuntar hacia un esquema de profesionalización del mercado basado en dos pilares, la formación de profesionales con capacidad de implementar proyectos, como la de técnicos matriculados que aseguren buenas instalaciones y por el otro, la generación de recomendaciones, normas y reglamentaciones a nivel país que permitan asegurar las prestaciones mínimas de los sistemas.

Por eso, para alcanzar una solución duradera que permita la maduración del segmento y consiguientemente más y mejores negocios, yo veo un rol ineludible tanto del gobierno, de las cámaras empresarias como del IRAM y el INTI, trabajando conjuntamente en la elaboración del modelo.